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[Reseña] "Top Gun: Maverick": Un espectáculo impresionante que alcanza enormes alturas

Respetando a la cinta original, esta sorprendente secuela entrega un viaje sólido y emocionante con algunas de las secuencias de acción más increíbles de los últimos años, hechas para verse en la pantalla más grande posible.

A Tom Cruise le tomó una sola llamada a Paramount Pictures para que el estudio le diera luz verde a una secuela que muchos pensaron que jamás llegaría a ver la luz, todo luego de escuchar la propuesta que tenía el director Joseph Kosinski (Tron Legacy) para el siguiente capítulo del legendario piloto "Pete 'Maverick' Mitchell".

Y contra todos los pronósticos, estamos ante la mejor película estrenada en salas en lo que va del año.

"Top Gun: Maverick" es una gigantesca y bienvenida sorpresa, demostrando con creces de que era necesario esperar para verla en una gran pantalla. Es que absolutamente todo está pensado para ser la mejor experiencia que se tenga en una sala de cine, presentando un impresionante espectáculo que alcanza enormes alturas.

Pese a las importantes ofertas que existieron durante la era pandémica, Cruise, como actor y productor, no permitió que esta secuela debutara en streaming. Es una película hecha para la gran pantalla y no importaba cuánto tiempo pasara, esa era la única forma en que iba a ver la luz. Y vaya que tenía razón.

Reuniéndose con Kosinski luego de trabajar juntos en "Oblivion" y sumando a algunos importantes amigos, como Christopher McQuarrie (Misión: Imposible – Fallout) encargándose de reescribir el guion, Cruise vuelve a dar vida a famoso piloto a 35 años de la cinta que dirigió Tony Scott, con una nueva entrega que no sólo respeta el trabajo del fallecido director, sino que lo eleva.

"Maverick", al igual que Cruise, es un dinosaurio. Ante los cambios que presenta su entorno, él evita avanzar. Sigue siendo capitán pese a todos sus logros, porque subir de rango le impediría volar, y continúa enfrentando a sus superiores y arriesgando su vida. No hay mujer, no hay hijos. Este "Pete" se aferra a un viejo mundo que muchos consideran extinto, es un fósil en medio de la sangre nueva que llega a renovar los aires. Pero cuando la Marina se enfrenta a una misión que ningún piloto ha visto antes, será necesario recurrir a la vieja escuela para entrenar a la próxima generación.

Han pasado más de tres décadas desde la última vez que vimos a este piloto, considerado una verdadera leyenda por sus pares y un verdadero dolor en el trasero por sus superiores, y su regreso a la escuela TOPGUN lo obligará a enfrentar un pasado con el que aún tiene deudas pendientes, todo esto reflejado en su encuentro con el teniente "Bradley 'Rooster' Bradshaw" (Miles Teller), el hijo de su fallecido amigo "Goose".

Esta secuela entrega un vuelo cargado de emoción de la mano de un sólido elenco que hace crecer la historia. Aunque al centro de todo está el "Maverick" de Cruise, perseguido por los fantasmas del pasado y obligado a avanzar sin dejar de ser el dinosaurio que es, los nuevos nombres no son un adorno, destacando los pilotos más jóvenes como el propio Teller, Glen Powell ("Hangman"), Monica Barbaro ("Phoenix"), Danny Ramirez ("Fanboy"), Jay Ellis ("Payback") y Lewis Pullman ("Bob"), claves en la maduración del personaje titular.

Mientras que el regreso de clásicos personajes como el "Iceman" de Val Kilmer evitan caer en la nostalgia manoseada para presentar uno de los grandes momentos de la película, un reencuentro que golpea fuerte hasta al más duro de corazón.

Aunque algunos puedan extrañar a la "Charlie" de Kelly McGillis, la entrada en escena de "Penny" es justo lo que necesita este adulto "Maverick". Es una relación madura entre dos personas que ya han tenido muchas experiencias en sus respectivas vidas, con ella transformándose en el ancla que necesitaba este viejo piloto, desacelerando y estando en calma a su lado, dándose cuenta de lo mucho que lo necesitaba. Jennifer Connelly está fantástica creando un rol que solo fuera mencionado en la película original y transformándolo en un factor fundamental del desarrollo de esta historia, llegando al punto en que estos personajes no necesitan de palabras para comunicar lo que sienten. Las miradas bastan.

Y si los años pasaron para "Maverick", la industria también avanzó. Pero en vez de depender de los efectos digitales, la secuela opta por aviones de combate reales, tomas prácticas -hubo más de 800 horas de material- y meter las cámaras dentro de las aeronaves. Los actores, quienes ya tuvieron que pasar por un intenso entrenamiento para poder volar, fueron claves en lograr capturar la acción, aprendiendo cinematografía, iluminación y hasta edición al tener que operar las cámaras a bordo de los jets.

Es la vieja escuela combinada con las nuevas tecnologías, trabajando en conjunto para profundizar lo que siente un verdadero piloto de combate.

Todo esto, amplificado por un sonido que quita el aliento y la maestría del director de fotografía Claudio Miranda, el chileno ganador del Oscar por "Life of Pi" y que ya trabajó junto a Cruise y Kosinski en "Oblivion", permite entregar algunas de las secuencias de acción más increíbles, alucinantes y espectaculares de los últimos años, hechas para ser vistas en la pantalla más grande y en la mejor sala posible.

Estarán al borde de la butaca, sintiéndose dentro de las cabinas de estos veloces aviones de combate. No van a despegar los ojos de lo que se proyecta ante ustedes y ya estarán pensando en cómo verla nuevamente.

Hay un respeto gigantesco por lo realizado por Scott, abrazando su trabajo para presentar el siguiente paso. Sin ser esencial para disfrutar esta nueva entrega, la secuela nunca olvida lo que hubo antes y quién fue el que lo hizo posible.

"Top Gun: Maverick" es una película que nos recuerda por qué amamos ir al cine, con dinosaurios que se niegan a extinguirse mientras arriesgan su vida para seguir sorprendiéndonos.

Un espectáculo cinematográfico impresionante que se lleva el merecido título de clásico moderno.

A dos años de su fecha original, "Top Gun: Maverick" finalmente se estrena este jueves 26 de mayo en cines chilenos, con funciones de preestreno el miércoles 25.