Qué es el 5G-A y por qué marcará el futuro de las telecomunicaciones
Huawei está detrás de esto.
Se supone que estamos en plena era del 5G y si bien aún no llega a la totalidad del país, al menos esta señal ultra rápida de internet móvil está presente en todas las regiones de Chile, situándonos como una de las naciones más avanzadas al respecto.
Y si bien aún no son muchos los que han podido probar de sus beneficios, fíjense que ya estamos a punto de observar y vivir una evolución del internet de quinta generación pasando al Advance, lo que actualmente se conoce como 5G-A y que mucho tendrá que ver con la Inteligencia Artificial.
Esta nueva tecnología es la evolución directa del 5G tradicional y representa un salto cualitativo en velocidad, capacidad de conexión y eficiencia energética y no solo mejora lo que conocemos hasta ahora, sino que prepara el terreno para una nueva generación de servicios inteligentes, donde la inteligencia artificial, el internet de las cosas y la automatización industrial se integran de forma más fluida y masiva.
El gigante chino Huawei es uno de los principales impulsores del 5G-A y lo define como el pilar de la “era de la IA móvil”, donde cada dispositivo conectado será capaz de anticiparse a nuestras necesidades, llevando su alcance a niveles donde solo nos quedará asombrarnos porque ahora todo, pero absolutamente todo estará conectado.
Para que se hagan una idea, el 5G-A ofrece velocidades de descarga hasta diez veces mayores, una latencia ultra baja y la capacidad de conectar millones de dispositivos simultáneamente sin pérdida de calidad. Esto significa que aplicaciones como vehículos autónomos, asistentes virtuales, hogares inteligentes y fábricas automatizadas podrán operar en tiempo real, sin interrupciones ni retardos. Además, el 5G-A mejora la eficiencia energética de las redes, lo que permite reducir el consumo de los dispositivos conectados y ampliar su autonomía.
Uno de los aspectos más revolucionarios del 5G-A es su capacidad para soportar el crecimiento exponencial del tráfico generado por modelos de inteligencia artificial, algo que resulta esencial puesto que según estimaciones, para 2030, el uso de agentes móviles de IA —como asistentes personales, bots domésticos y sistemas de recomendación— generará cinco veces más tráfico que el uso actual de smartphones. Para que esta nueva capa de inteligencia esté disponible en todo momento, se requieren redes más rápidas, más inteligentes y más adaptables, y ahí es donde el 5G-A entra en juego.
En los hogares, permitirá que los dispositivos se comuniquen entre sí de forma más eficiente, creando entornos conectados y automatizados; En el transporte, facilitará el desarrollo de autos autónomos; En las industrias, optimizará procesos productivos mediante sensores inteligentes y modelos digitales que replican el entorno físico e incluso en el ámbito personal, los smartphones se transformarán en reales asistentes proactivos que gestionan tareas, aprenden rutinas y ofrecen soluciones antes de que el usuario las solicite.
En resumen, el 5G-A parece no ser solo una mejora técnica y más bien se apunta como la infraestructura que habilitará la próxima ola de innovación digital. Su despliegue será clave para que la inteligencia artificial deje de estar confinada a servidores y se convierta en una presencia constante en nuestra vida cotidiana, todo con velocidades inéditas, conectividad masiva y una latencia imperceptible.
¿Cuánto faltará para esto? Al menos en China ya se está probando de manera masiva y en poco podríamos verla en nuestro país.