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[Reseña] Metal Gear Solid Delta: Snake Eater - Mucho más peligroso

Jugamos al remake y así nos fue.

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Metal Gear Solid Delta: Snake Eater marca el regreso de una de las entregas más queridas de la saga creada por Hideo Kojima, esta vez bajo el sello de remake completo. Aunque la historia y el diseño de niveles se mantienen fieles al original de 2004, lo que realmente destaca en esta nueva versión es el salto gráfico que lo pone a la altura de los estándares actuales.

Para lograr esto, Konami apostó por reconstruir el juego desde cero utilizando Unreal Engine 5 y el resultado es una selva mucho más viva, densa y peligrosa, con iluminación dinámica, texturas realistas y efectos climáticos que transforman por completo la atmósfera.

La vegetación ahora reacciona al movimiento, los rayos de sol atraviesan las copas de los árboles y la lluvia golpea con fuerza cada superficie. Y en el caso de Snake no solo se ve más definido sino que además su ropa se desgasta, las heridas dejan marcas visibles y las expresiones faciales aportan una carga emocional que antes solo se intuía. El agua ofrece transparencia real, permitiendo ver peces, ítems y enemigos bajo la superficie, mientras que los animales como serpientes, ranas o caimanes se camuflan con mayor naturalidad, obligando al jugador a estar más atento al entorno.

El diseño sonoro también recibió una mejora sustancial y ahora los efectos ambientales, como el crujido de ramas o el vuelo de aves, se integran con precisión en el paisaje auditivo, generando una inmersión que potencia la tensión del sigilo y que sin duda mejora toda la experiencia.

Como ya decíamos, aunque la jugabilidad se mantiene prácticamente intacta, el nuevo sistema de control ofrece una opción más moderna y fluida, sin alterar la esencia táctica del original. Esto permite que tanto veteranos como nuevos jugadores puedan disfrutar la experiencia sin sentirse limitados por mecánicas anticuadas.

En términos de fidelidad, Konami respetó cada diálogo, personaje y secuencia del juego original por lo que no hay añadidos ni recortes, lo que refuerza el carácter de homenaje. Sin embargo, esta decisión también deja en evidencia que algunas partes del diseño narrativo y jugable han envejecido y podrían haber sido ajustadas para mejorar el ritmo o la accesibilidad. Aun así, el enfoque gráfico logra que incluso los momentos más conocidos se sientan renovados y visualmente impactantes.

Metal Gear Solid Delta: Snake Eater no viene a reinventar la fórmula, pero sí la embellece con una capa técnica que le da nueva vida. Es un remake que apuesta por la nostalgia sin caer en lo superficial y que demuestra que el legado de Snake sigue siendo relevante en 2025. Se estrena el jueves 28 de agosto en PlayStation 5, PC y Xbox Series X/S.

Lo bueno

  • Apartado gráfico sobresaliente.
  • Sonido que eleva la experiencia.
  • No se traiciona el original.

Lo malo

  • Anticuado por momentos.
  • Faltó ambición para cambiar algunos aspectos narrativos y mecánicos.

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