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[Reseña] Symphony of the Night móvil: sabor agridulce

El clásico título de Castlevania de PSX llegó a los smartphones con altos y bajos

Es sin dudas uno de los videojuegos más influyentes de todos los tiempos. "Castlevania: Symphony of the Night" fue lanzado originalmente en 1997 para PSX con un estilo de juego único que combinaba la acción clásica de los plataformas de la saga con elementos RPG que permitían al jugador modificar y amplificar su arsenal de armas y habilidades.

El título consiguió por estos días una nueva reedición, aunque esta vez alejado de las consolas. Por un valor de $1.990 el juego se encuentra ya disponible en Android y iOS. Pero, ¿cómo es la experiencia de jugar este clásico en un teléfono?.

En SuperGeek pudimos acceder a SOTN mediante un equipo Huawei P30, por lo que pudo correr a la perfección en su máxima capacidad. Con menús notoriamente más rápidos que los de su versión original, el juego mantiene el arte "in game" que se pudo apreciar en 1997.

Uno de los puntos altos del juego es la posibilidad de poder jugar con Richter Belmon o Maria Renard desde el inicio escribiendo el nombre de los personajes a la hora de iniciar una partida nueva. A diferencia de la versión original no es necesario completar el juego para acceder a dichos modos que terminan aportando frescura a la experiencia.

Como es común en los títulos de smartphones, los controles fueron agregados mediante comandos virtuales en la pantalla sin afectar la visualización del escenario. Allí está la clásica cruz de movimiento en el costado izquierdo, mientras que en el sector opuesto están los botones que permiten controlar ambas manos de Alucard, uno de salto con un volumen mayor al resto y uno para realizar los deslizamientos del personaje. Además se encuentran otros botones especiales que permitirán al jugador usar las habilidades que se van consiguiendo a medida que avanza la historia.

Si bien la disposición de los botones virtuales no incomoda, la imposibilidad de presionar dos comandos al mismo tiempo (salto y golpe, por ejemplo) se ve notablemente entorpecida. Esto genera dificultades a la hora de llevar a cabo un estilo de juego más agresivo y ágil, dando como resultado una experiencia más lenta en comparación a la que brinda un control análogo.

Estas dificultades hacen de esta reedición una experiencia agridulce que, si bien mantiene su increíble banda sonora, se ve afectada por las limitaciones propias de controlar todo con una pantalla táctil.