Telefonía móvil

[Review] Galaxy Z Flip 5: Pasando la aplanadora

Bien. Desde hace poco menos de un mes tenemos a prueba el Galaxy Z Flip5 y fíjense que no es mucho lo negativo que podemos decir de este teléfono plegable que se vislumbra a convertirse en el plegable más vendido en toda la corta historia de este mercado.

A ver, creo que lo mejor en este caso es partir despejando las dudas más que válidas que podrían dejar este tipo de teléfonos y en particular esta cuarta versión del modelo clamshell de los surcoreanos: Tiene una duración de batería más corta que la de los teléfonos convencionales; el pliegue se sigue mostrando en la pantalla estirada y sus cámaras no son de las más potentes del mercado y no hay más. Ah, casi lo olvidaba, NO tiene cargador y eso está muy mal.

Pero como se asume que estamos ante un plegable, todo lo anterior es algo que pasa a ser secundario (de momento) porque lo principal del Galaxy Z Flip5 es que puede doblar su pantalla y con su mix entre hardware y software lo hace un dispositivo único, por más que existan otras versiones tanto en el mercado chileno como internacional.

Partimos con su cambio externo más notable y obviamente es la pantalla externa que ahora crece hasta las 3.4 pulgadas y nos permite utilizar prácticamente todo el teléfono sin tener que abrirlo porque puedes utilizar apps como Google Maps, WhatsApp y hasta videojuegos. ¿Ver películas o series? También, pero ponte lentes.

Y aquí hacemos la aclaración porque mucho se dijo que una de las diferencias a favor del dispositivo de Motorola versus el Samsung era precisamente que el primero permitía usar lo que fuera en la pantalla exterior, pero lo cierto es que en el surcoreano se puede hacer exactamente lo mismo y yo diría que incluso un poco más sobre todo pensando en los juegos.

Esta pantalla tiene el brillo suficiente para comportarse de manera muy aceptable bajo condiciones de sol y además tiene un AOD que muestra la información que le asignemos sin gastar batería extra. A eso sumamos la buena visualización que entrega utilizando la cámara que viene de lujo para aquellos que gustan de generar contenido multimedia para redes.

Ya abriendo el teléfono nos encontramos con una Dynamic AMOLED 2X de 6.7 pulgadas resolución FullHD+ y tecnología LTPO que permite una tasa de actualización dinámica de 1 a 120Hz según el uso que se le vaya dando. Además, esta pantalla interna alberga una cámara de 10MP que vendría siendo la de selfie si estuviéramos hablando de un smartphone convencional.

Como tenía que ser, la pantalla cumple a cabalidad en cuanto a colores, a definición y a muestreo táctil, por lo que es rápida y fácil de maniobrar. Quizás el único pero es que veo que aún se marca mucho el pliegue y eso no sucede con otros dispositivos similares que hemos probado, pero como ya decía es algo que se debe asumir al ir por uno de estos equipos. Ahora bien, eso se nota más con fondos oscuros y al ver una película o jugar esa marca prácticamente desaparece.

Justamente hablando del pliegue, tenemos una nueva bisagra que esta vez se actualiza para permitir un plegado completo sin dejar espacios por donde puedan entrar elementos que eventualmente podrían dañar la pantalla. Esto lo hemos visto antes en otros plegables y es bueno que Samsung lo haya adoptado también.

Y si te asusta el pensar que esto de doblar la pantalla puede ser muy frágil y más temprano que tarde se estropeará, debes sentirte tranquilo porque la marca asegura cuatrocientos mil ciclos de pliegue, lo que daría unos cinco años a doscientos pliegues diarios. Ya se han hecho pruebas externas y aquí te dejamos una nota en la que se confirmó esto.

En cuanto a su utilización no habrá ningún inconveniente y de hecho estará de sobra puesto que el equipo cuenta con el procesador más potente de la actualidad (Snapdragon 8 Gen 2) y más encima está optimizado para los Galaxy, por lo que la performance que alcanzan es superior y se nota. Y con solo 8GB RAM puede correr absolutamente todo.

A modo personal, la capa de personalización One UI es la mejor de Android y eso les da un plus extra a los equipos de la compañía surcoreana. Y los últimos añadidos como Good Luck entregan un poder de personalización que no tiene otro, posibilitando que de verdad le des tu propio estilo y no solo de diseño a tu teléfono.

Por alguna razón Samsung decidió mantener las cámaras del modelo del año pasado y si bien son más bajas que otros, responden bien en prácticamente todos los escenarios debido a la optimización que entrega el procesador y la utilización de la Inteligencia Artificial. En datos duros aparece una principal de 12MP más una gran angular también de 12MP.

Claro que hay opciones con mejores cámaras, pero para un plegable va bien y todo el contenido que se suba a las redes sociales quedará perfecto. Eso sí, este debería ser el último año que los surcoreanos incluyen unos lentes tan bajos puesto que pronto habrá novedades de otras marcas con énfasis en este apartado y ahí Samsung puede perder.

Sobre batería, tenemos una de 3.700mAh y que urge que Samsung para el siguiente modelo logre subir para mejorar la autonomía. Y si bien es cierto el trabajo del procesador es bueno en este aspecto, sigue siendo un equipo que tiene una baja performance en este aspecto. La carga rápida es de 25W, tiene carga inalámbrica y también inversa, pero no trae cargador.

Cerramos con otra característica que los demás modelos aún no logran y es su protección contra agua que permite utilizar por algunos minutos el equipo sumergido, lo que si bien nunca es recomendable, es una característica que eventualmente podemos utilizar y sacarle provecho.

En definitiva, tenemos el Galaxy Z Flip5 efectivamente barriendo con la competencia en cuanto a potencia, prestaciones, construcción y sobre todo precio, pero creo que es la última vez que Samsung puede darse el lujo de no actualizar cámara ni batería, porque para cuando presenten el 6 habrá otras opciones más. Y ¿saben qué? Al menos en este tipo de modelos yo sí incluiría el cargador y una funda aunque sea transparente.