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Star Wars: Reencontrarse con el Episodio III en cines a 20 años de su estreno

La Venganza de los Sith está de regreso en las salas chilenas y sigue siendo lo mejor que entregó la trilogía de precuelas de George Lucas.

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Finalizada la trilogía de secuelas de Star Wars, incluso a mitad de ella, el debate se abrió fuerte, especialmente entre la fanaticada que lleva más tiempo junto a la saga: quizás la trilogía de precuelas de George Lucas no era tan mala después de todo.

Hoy, la conversación respecto a la calidad de esta última se ha suavizado, pues no son pocos los que consideran que la historia que dio fin a la Saga de Skywalker era realmente inferior a la destrozada serie de películas que Lucas nos presentó con La Amenaza Fantasma, El Ataque de los Clones y La Venganza de los Sith entre 1999 y 2005.

Debates más, debates menos, reencontrarse con el Episodio III en la gran pantalla a 20 años de su estreno resulta en un verdadero viaje a una época en la que las películas de La Guerra de las Galaxias eran un verdadero evento.

Una de las franquicias cinematográficas más queridas se hacía esperar con cada capítulo y, más allá de los resultados, el ambiente que se vivía en cada ocasión es algo que no ha podido ser replicado en la era actual, cuya fórmula de estrenos anuales a la Marvel Studios terminó alejar a la saga de la gran pantalla por muchos años. La última película fue El Ascenso de Skywalker de 2019.

Recién en 2026 tendremos una nueva entrega cinematográfica, The Mandalorian and Grogu, siendo una aventura derivada de la serie protagonizada por Pedro Pascal, y en 2027 habrá una historia original protagonizada por Ryan Gosling titulada Star Wars: Starfighter. La primera función de reestreno del Episodio III en Chile se encargó de recordarnos los próximos títulos de la galaxia muy, muy lejana que aterrizarán en la pantalla.

Por ello, es una experiencia absolutamente bienvenida revivir La Venganza de los Sith en una sala de cine a dos décadas de su estreno, con una versión remasterizada en 4K y con sonido espacial THX que ratifica por qué es lo mejor que nos entregó la trilogía de precuelas de Lucas.

Acá no había ambición de extender la historia más de lo necesario ni crear nuevas líneas argumentales para eventuales spin-offs. Lo que viene después ya es historia conocida. Lo que importaba ahora era narrar la caída al Lado Oscuro de Anakin Skywalker, el Elegido que dejó a la Orden Jedi en la oscuridad para luego transformarse en el villano más importante y reconocido de la cultura popular, Darth Vader.

Ese tramo de la historia es el que mejor ha envejecido de la película escrita y dirigida por Lucas, mostrando el desplome de la República para ver ascender, con un aplauso atronador, al Imperio Galáctico.

La progresiva corrupción del Canciller Palpatine (Ian McDiarmid) para atraer a Anakin a su lado, con mucha teatralidad y diálogos que quedan para el recuerdo, resultan en los mejores pasajes de una película saturada de efectos digitales.

Muchas escenas siguen viéndose y sonando de forma impecable, especialmente en la gran pantalla, desde la batalla de Coruscant a ese potente desenlace en Mustafar, pero el exceso lleva a que ciertos personajes -especialmente los droides- estén entre lo menos agraciado. El General Grievous, con su tos constante en la voz de Matthew Wood, resulta en un tremendo adversario que merecía más, especialmente teniendo ahora los eventos de series como The Clone Wars, Rebels o The Bad Batch.

Justamente la existencia de estas historias eleva en gran medida el resultado final de La Venganza de los Sith, dando aún más peso a los sucesos que vemos en pantalla, lo cual también nos lleva a lamentar enormemente la decisión de Lucas de haber eliminado del corte final las reuniones de Padmé y sus aliados, como Mon Mothma y Bail Organa, que fueron la génesis del movimiento revolucionario dentro del mundo político de la República y posterior Imperio. Teniendo actualmente en emisión la tremenda segunda temporada de Andor, aquellos momentos resultaban indispensables en el Episodio III para entender lo que vino después en la era más oscura de la galaxia.

Este reencuentro con La Venganza de los Sith también nos lleva a dar cuenta de la enorme debilidad de su factor actoral. Natalie Portman nunca ha estado peor que como Padmé, lo que queda más de manifiesto en la ausencia absoluta de química con Hayden Christensen. Sus momentos íntimos siguen estando entre lo más débil, cayendo en el ridículo con algunas frases e interacciones que sacan risas no planeadas en la audiencia.

Aunque otros actores salen mejor parados, como Ewan McGregor que disfruta cada momento como Obi-Wan Kenobi, Samuel L. Jackson como Mace Windu no es tan memorable como recordábamos y McDiarmid cae rápido en la parodia al estar totalmente transformado en Darth Sidious.

Se entiende también que Christensen fuera lo más cuestionado por los fans en la recepción de la trilogía de precuelas. Su nula expresión y rígida actuación, incapaz de demostrar emociones en momentos claves, explican que fuera lo más débil de este arco narrativo. Veinte años después, con estas películas encontrando su lugar en la galaxia y con los actores sanando su relación con el fandom, al menos se explica qué fue lo que vio Lucas en Christensen. Ambición e impulsividad, brillante habilidad en los duelos de sables láser, estaba destinado en convertirse en un villano oscuro. Hoy no podemos imaginar a Anakin con otro rostro, especialmente con la revisión que se está dando al personaje en las historias actuales.

El último tercio del Episodio III funciona como reloj, sin dar respiro al espectador con un duelo en Mustafar que resulta en la mejor y más emocionante pelea de la saga, aún no superada, mientras los eventos climáticos se van sucediendo con el nacimiento del Imperio y los primeros atisbos de una Rebelión. El nacimiento de los gemelos en paralelo a la transformación de Anakin en Darth Vader es tragedia absoluta.

Pueden decir lo que quieran del Episodio III, con muchas razones totalmente justificadas, pero ese desenlace con el atardecer binario en Tatooine une poéticamente ambas trilogías de forma perfecta.

La Venganza de los Sith, con sus notorias falencias, sigue siendo lo mejor que entregó Lucas con su trilogía de precuelas, en una época en la que Star Wars era un verdadero evento cinematográfico.

Star Wars: Episodio III - La Venganza de los Sith ya se encuentra de vuelta en cartelera en los cines chilenos por tiempo limitado.

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