[Reseña] Battlefield 6: Un esperado regreso que cumple con creces

Battlefield 6 representa uno de los regresos más esperados en la industria de los videojuegos tras los altibajos que experimentó la saga con lanzamientos recientes como Battlefield 2042. El nombre vuelve a sonar fuerte porque para muchos fans, Battlefield significa batallas colosales, destrucción sistémica y ese caos emergente y táctico que ninguna franquicia sabe replicar del mismo modo.

En esta esperada entrega DICE y EA apuestan a lo grande proponiendo retomar las raíces de la serie en escala y cooperación, pero también buscando redención y modernización ante un público exigente tras años de dudas. Este Battlefield 6 es, sin duda, un nuevo punto de partida para la franquicia, que quiere recuperar su trono entre los shooters multijugador.

En lo jugable, Battlefield 6 es pura tensión y espectáculo donde el multijugador vuelve a ser el núcleo de la experiencia, aunque ahora más refinado y adictivo. Los mapas son gigantescos y vivos incluyendo clima dinámico, destrucción táctica en tiempo real y una verticalidad que cambia la manera de plantear el combate, mientras que las armas se sienten pesadas, reales, con un sistema de retroceso muy preciso y progresión menos dependiente del grindeo.

Respecto al modo campaña, que es al que primero le pusimos tiempo y ganas, Battlefield 6 tenía la difícil tarea de volver a darle sentido a una faceta que la saga solía descuidar o tratar como entrenamiento para el online. La historia nos traslada a un 2027 caótico, con la OTAN desmoronada y una corporación militar privada llamada Pax Armata como nueva amenaza global.

Y si bien es técnicamente sólida y ofrece momentos de destrucción simplemente espectaculares, sigue sufriendo los problemas de las entregas recientes con una muy corta en duración, poco memorable en narrativa y demasiado dependiente de las mecánicas multijugador, mientras que las misiones, más allá de la espectacularidad, funcionan como muestra de gadgets, roles y sistemas que brillan en el online, pero que pierden fuerza cuando el drama no logra despegar o los personajes apenas se desarrollan. Aquí Call of Duty domina sin contrapeso.

El apartado gráfico es sin duda el más potente visto hasta ahora en la saga ya que Battlefield 6 explota al máximo la nueva generación de hardware tanto en consola como PC ofreciendo escenarios masivos con un nivel de detalle brutal. Y el motor Frostbite se luce con efectos de partículas, destrucción y simulación de clima extremo que no solo son adorno visual ya que alteran la táctica y la jugabilidad real.

Sumen a eso que el sonido y animaciones están al mismo nivel gráfico y cada explosión, cada disparo, cada derrumbe suena y se ve con una intensidad que invita a jugar con auriculares y subirle el volumen para lograr una inmersión total.

Con todo, el balance general es muy positivo y sin duda Battlefield 6 es el regreso que la franquicia necesitaba ofreciendo un espectáculo grandioso, jugabilidad depurada, sonido y gráficos de nueva generación, y un multijugador que incentiva la estrategia y el juego colectivo sin dejar de ofrecer el caos que todo fan espera. Su punto más bajo sigue siendo la campaña, que aunque mejora en variedad e intención, aún está lejos de competir con los grandes del género en narrativa y profundidad. Pero no podemos negar que es bastante entretenida.

Lo bueno

• Multijugador a gran escala, caótico, adictivo y estratégico.

• Sistema de clases renovado que fomenta la cooperación real.

• Mapas espectaculares, llenos de detalles, destrucción y clima dinámico.

• Gráficos y sonido de nueva generación: intensa inmersión audiovisual.

Lo malo

• Campaña corta, poco memorable y demasiado “plataforma” para mostrar gadgets.

• Dependencia de conexión y servidores estables para disfrutar la experiencia completa.

• Curva de aprendizaje elevada para quienes busquen partidas casuales.

Battlefield 6 ya está disponible en PlayStation 5, PC y Xbox Series X/S y tiene un precio de $69.990