Fitbit usó su tecnología para crear respirador artificial de bajo costo
Ante la escasez de este vital equipo la marca reconocida por sus smartbands volcó sus conocimientos hacia esta área de la medicina
Con la experiencia y conocimiento que sus años a la cabeza de las pulseras inteligentes le permite, Fitbit presentó su versión de respirador de emergencia, movidos por el delicado momento actual que se vive en los centros de salud de todo el mundo ante el aumento del uso de este aparato gracias al avance del coronavirus.
Basándose en las bolsas de reanimación estándar y sumándoles sensores y alarmas que funcionan en conjunto para soportar compresiones automáticas y monitoreo de pacientes, la empresa desarrolló su propio respirador artificial que acaba de obtener una autorización de uso de emergencia aprobado por la FDA y destinado para su uso durante la pandemia COVID-19.
Bautizado como Fitbit Flow, el aparato es de alta calidad, de muy bajo costo (a comparación con los oficiales) y muy fácil de usar, lo que además podría ayudar a reducir la presión sobre el personal especializado que trabaja sin descanso para sobrellevar la emergencia, transformándose así en una alternativa real en caso que un respirador tradicional no esté disponible.
Ahora que ya cuentan con la autorización respectiva, la idea de la compañía es aprovechar su infraestructura, capacidad de fabricación y cadena de suministros para producir grandes cantidades de estos dispositivos de emergencia de una manera muy rápida y así estar disponibles para abastecer a los sistemas de salud de todo el mundo.
