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La traición de Dominik Mysterio a su padre levantó el Clash at the Castle de la WWE

Entretenido, pero con final repetido.

Altas expectativas había para Clash at the Castle, el evento de septiembre de la WWE que por primera vez en los últimos treinta años se realizaba en el Reino Unido y que tenía como gran atractivo la lucha por el Campeonato Universal Unificado entre Roman Reigns y Drew McIntyre, que se enfrentaba ante su público.

Las cosas partieron con el enfrentamiento entre la campeona femenina de RAW Bianca Belair que se acompañó de Alexa Bliss y Asuka contra Bayley, Iyo Sky y Dakota Kai, quienes entraron en disputas hace unas semanas y en Cardiff ganaron las villanas. Bayley irá pronto por el título de Belair.

Luego fue el turno de que Sheamus se enfrentara a Gunther por el Campeonato Intercontinental, en la que si no fue la mejor lucha de la noche, rozó en el palo. Guerra de golpes y movidas para ambos que al final terminaron con la retención de Gunther que terminó aplicando una Powerbomb y un Big Lariat para quedarse con el triunfo.

La muy querida y a la vez cuestionada Liv Morgan fue la siguiente en saltar al ring para poner en juego su título de campeona de SmackDown ante la tremenda Shayna Baszler que en la última semana incluso contó con la arenga de la propia Ronda Rousey para que se quedara con el título, algo que finalmente no sirvió puesto que Morgan logró retener al conectar de gran manera su ObLIVion.

En otra buena lucha con tintes muy nostálgicos, Rey Mysterio y Edge se enfrentaron a Finn Bálor y Damian Priest, quienes contaron con la asistencia de Dominik Mysterio y Rhea Ripley, respectivamente. Y si bien el enfrentamiento brilló con colores propios sobre todo por la conexión entre la superestrella categoría R y Mysterio, quienes se quedaron con el triunfo, lo sorprendente llegó tras el final cuando Dominik Mysterio atacó primero a Edge y posteriormente golpeó a su padre ante la atónita mirada del público presente. Historia abierta para Judgment Day.

Las más de sesenta y dos mil personas presentes en el Principality Stadium vieron saltar a Riddle quien buscaba terminar a su favor la disputa con Seth Rollins que ya tiene ganado su espacio como el verdadero jugador mental de la WWE sobre todo gracias a la utilización de los movimientos de sus rivales para ablandarlos tanto de cuerpo como de cabeza, lo que en esta oportunidad fue efectivo para quedarse con el triunfo.

Para cerrar, McIntyre salió al ring con la confianza de contar con el público a su favor para intentar despojar a Roman Reings de sus títulos máximos, lo que tal como te contamos en esta otra nota no sucedió y el Jefe Tribal seguirá siendo el líder de la WWE hasta nuevo aviso.