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[Análisis] Roku Streaming Stick 4K: Más potencia en menor tamaño

Dispositivos para convertir en “inteligente” una pantalla o televisor algo más antiguo hay varios. Google, Amazon, Xiaomi, Apple y hasta algunas opciones chinas que se pueden comprar por Aliexpress o incluso Facebook forman parte de lo granado que hay en cuanto a estos aparatos tecnológicos que si bien apuntan a lo mismo, las experiencias no son iguales.

Eso es justamente lo que nos ofrece Roku; una plataforma limpia y bastante fácil de usar, que le añade otras características muy necesarias que la separan de la competencia. Y este punto es importante pues no necesitan un teléfono móvil para operar (como el caso del Chromecast), ya que el dispositivo hace todo el trabajo.

La versión que hemos probado estas últimas semanas es la Stick 4K, que en esencia es prácticamente igual al Express que revisamos tiempo atrás, pero ahora con la novedad que se conecta directo al puerto HDMI del televisor o pantalla, por lo que no hay cables colgando, ni cajas extras ni tampoco luces que molesten la experiencia.

Sé que suele ser llamativo el tema del 4K, HDR y Dolby Vision, pero lo cierto es que la pantalla donde se le conecte debe tener compatibilidad con todo eso para disfrutarlo, pero como partimos de la base que un Roku se utilizará en una pantalla más antigua que no cuenta con un sistema operativo tan inteligente, lo más seguro que todas esas mejoras de imagen no estén disponibles. Pero si por algún motivo las tiene, entonces servirá.

Eso sí, hay que hacer una salvedad pues si bien sirve cualquier cable micro usb para darle energía al Roku, es esencial hacerlo con el que viene en la caja, puesto que en él se incluye el receptor Wi-Fi que necesitará para ver streaming. Sin internet este dispositivo no sirve para nada.

Y aquí otro dato, si al conectarlo al USB del televisor el dispositivo arroja una luz roja o un mensaje como el de la imagen deberá conectarse en otro (si es que lo tiene) o de otro modo enchufarlo derechamente a la corriente. Esto es porque aquel USB no suministra la energía necesaria al Roku para su normal funcionamiento, aunque esto es bastante raro de suceder.

Una vez encendido lo ya conocido: Una interfaz muy fácil de utilizar, con los ya reconocidos “canales” para instalar, lo que vendría siendo la app si lo llevásemos a Android, y en el que están todos los que se utilizan en nuestro país, pero con algunas notables excepciones como TNT Sports, por lo que los partidos nacionales quedan fuera, de momento.

Sí tenemos Disney+, HBO Max, Pluto TV, Paramount+ y muchísimas más, a las que también se suman Netflix, AppleTV+ y Spotify que cuentan con botón dedicado en el genial control remoto que viene incluido. Aquí el mando también saca aplausos pues incluye los botones justos y olvida el exceso de teclas que tienen los normales de televisor.

Luego de utilizarlo por un tiempo, se nota que es más rápido que su versión anterior (me refiero a la Express) y lo cierto es que no se calienta tanto como pensé que podía ser al conectarse directo al televisor. Roku no suele entregar información técnica sobre el dispositivo en sí (RAM y esas cosas) pero funciona muy bien para su sistema operativo. Si hacemos un símil con los smartphones en este punto, es algo bien parecido a lo que hace Apple con el iPhone.

Que si es recomendable la respuesta es sí. Creo que la experiencia Roku es mucho más estable que otras y si bien su precio es más alto (casi 80 mil pesos chilenos) que otros parecidos, cumple mejor que esos mismos en casi todos los ámbitos. En Estados Unidos es el más usado, pero por contrapartida podemos decir que en aquel país la cantidad de contenido gratuito vía streaming es inmensa y ahí claro que se justifica.

Aquí aún estamos en pañales pero seguro que con la expansión del 5G durante 2022 en nuestro país, los servicios como esos se multiplicarán y ahí seguro que le encontraremos más utilidad aún a este Roku. ¿Otra? Por su cómo tamaño se hace ideal para llevarlo de vacaciones y compartirle internet desde el celular.