SuperGeek.cl
Síguenos:

[Análisis] Samsung The Freestyle: Por qué sí y por qué no

Probamos la última joyita de Samsung y esto no pareció.

En la última edición de la CES de Las Vegas la estrella máxima en cuanto a productos de consumo rápido y masivo fue The Freestyle, un proyector portátil que fue presentado bajo el novedoso concepto de “televisor sin pantalla”, aunque muchos cuestionaron eso y lo dieron vuelta a un simple proyector Smart, claro que sin siquiera probarlo.

Nosotros sí lo probamos rápidamente en Las Vegas y nos pareció más certera la primera frase quizás dejándonos llevar por la expectativa inicial o la siempre interesante opción de ser uno de los primeros en poder tener acceso a un dispositivo que aún faltaba meses para que estuviera disponible en nuestro país.

Pues bien, ahora que hemos podido probarlo en profundidad ya tenemos una opinión mucho más formada y sí, estamos ante un producto sin igual que por lo mismo nos motiva a plantear una revisión diferente, más allá del típico tamaño, lúmenes y etc y optar por algo más cercano que ayude a tomar una decisión sobre si embarcarse en él o no.

POR QUÉ SÍ

The Freestyle tiene un tamaño lo suficientemente pequeño y un peso tan bajo que lo hace ultra transportable en una mochila o bolso. Y no me digan que hay otros proyectores que cuestan un 10% de este que pesan igual o incluso menos, porque las prestaciones siquiera son comparables.

Aquí estamos ante un diseño tipo foco, algo más grande que un tarro de café, y que en él se alberga todo su cerebro que le permite entregar una imagen Full HD de hasta cien pulgadas sin siquiera despeinarse. Y además de eso, en el mismo espacio incluye un parlante que suena bastante bien para lo que es.

El sistema operativo de The Freestyle es simplemente genial y eso porque se maneja prácticamente igual que un televisor de Samsung; es intuitivo, rápido y lo más importante, de uso muy simple gracias a los pocos pasos que hay que dar para sacarle provecho. Y seguro que todo esto hace que uno piense que efectivamente estamos frente a un verdadero televisor sin pantalla.

La experiencia Smart está asegurada con la opción de conectividad Wi-Fi pudiendo conectarse a las redes 2.4 GHz y 5 GHz que cada vez es más usual en nuestras casas. A eso hay que agregar Bluetooth para conectar audífonos para no molestar a nadie o vivir eso que le dicen “experiencia inmersiva” o bien una barra de sonido para fortalecer su uso en exteriores y así sacarle jugo a otra de sus gracias.

Y esto se complementa con un control remoto pequeño, minimalista, que incluye botones a los servicios de streaming más populares del momento (Netflix, Amazon Prime Video y Disney+) y además es una versión solar que no utiliza pilas, tal como la marca viene incluyéndolos desde los modelos 2021 y a la larga se convertirán en el único control remoto que Samsung incluya en sus televisores.

La alimentación que necesita para funcionar la recibe a través de entrada USB-C por lo que es muy cómodo de utilizar en cualquier parte y nos ahorra un problema bastante común que es el que se nos queden los cables en casa. Aquí no pasa pues con un cargador de smartphone también funciona y puede utilizarse uno de cualquier marca, no necesariamente Samsung. Y lo inalámbrico también se aprovecha si es que se nos queda el HDMI, porque obviamente nos deja reflejar el smartphone para mostrar fotografías y videos, por ejemplo.

Finalmente y quizás lo más importante, es que la imagen se ve bien sin la necesidad de tener completamente oscuro el lugar aunque obviamente esto último es lo más recomendable. Pero si por ejemplo quieren utilizarlo de día, con solo cerrar las cortinas ya se podrá disfrutar bastante bien.

Y tampoco es que se necesite obligatoriamente un telón blanco para enviar la imagen (aunque ahí se obtiene su mejor resultado) pues el dispositivo realiza un balance tal para que la superficie quede lo más clara posible para que se pueda proyectar de la mejor manera que se le permita. Esto último lo probamos y damos fe que es cierto, al igual que la rapidez con que enfoca y se adapta a la distancia.

POR QUÉ NO

Lo principal de un dispositivo portátil es que tengamos la posibilidad de usarlo en cualquier lugar, sin estar preocupándonos de conseguir un enchufe y aquí The Freestyle pierde esa condición al estar obligado a conectarse a la corriente eléctrica. En el spot se ve a un ágil skater llevándolo por todas partes y enfocando las paredes, algo que no se puede hacer al menos de momento, pero según la marca en algún momento llegará una batería portable para este equipo.

Ese es otro punto, puesto que se le muestra como un dispositivo que puede transformarse hasta en una bola disco y otras cosas más, lo que si bien se ve entretenido, conllevará comprar un accesorio extra (una especie de filtro) que se instala en la parte delantera del equipo, lo que implicará una inversión mayor que seguro no se condice con su uso.

Porque convengamos que uno no la pasa organizando fiestas a cada instante y si fuera el caso, este no sería el dispositivo a ocupar. Lo mismo con la novedosa opción de proyectar frases efecto neon que incluyen el Feliz Cumpleaños, Feliz Año Nuevo, Bienvenido y un par más, pero todas en inglés y sin la opción de agregar nuevas, o al menos yo no encontré la opción para realizarlo.

Otro punto complicado es que si bien se le puede conectar otro dispositivo como consolas o computadores, esto se hace a través de un difícil de conseguir Mini HDMI, obvio para privilegiar su pequeño tamaño, pero añadiéndole un problema con dicho cable, lo que se solucionaría con incluirlo en el empaque, algo que aún no podemos confirmar pues esta es la versión de prueba. Ideal sería que lo incluyera.

Si estás en ese momento de renovación de tu televisor ciertamente este The Freestyle no reemplaza uno de esos sobre todo pensando en que uno en casa quiere ver una película en la máxima resolución posible y sin tener que preocuparnos por la luminosidad del lugar, aunque a muchos (me incluyo) la única manera válida de ver una película es con el ambiente completamente oscuro.

The Freestyle es más bien para llevarlo de vacaciones, a la playa o para una noche de cine en el patio, cuando las condiciones lo permitan claro, pero bajo ningún punto de vista es algo que pienses utilizar a diario en vez de un televisor de tomo y lomo al menos no en esta primera versión, aunque claro, en gustos no hay nada escrito.

El dispositivo se lanzará próximamente en Chile y su precio debería rondar en los 850 mil pesos chilenos.