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Reseña de Ninja Gaiden 4: brutal, técnico y más accesible de lo que esperas

Lo jugamos y así nos fue.

Tras años de silencio y spin-offs que para muchos no lograban convencer, Ninja Gaiden 4 marca el retorno triunfal de Ryu Hayabusa en una entrega que no solo honra el legado del Team Ninja, sino que además lo potencia gracias a la brutalidad estilizada de PlatinumGames. El resultado es un hack n’ slash frenético, sangriento y técnico, pero al mismo tiempo sorprendentemente accesible.

La historia nos sitúa en un Japón post-cyberpunk donde Hayabusa debe enfrentar a una secta que busca revivir al demonio original del clan Black Spider y si bien la narrativa no reinventa el género, sí ofrece momentos épicos, cinemáticas bien dirigidas y un lore expandido que conecta con entregas anteriores sin volverse críptico, lo que permite que tanto veteranos como nuevos jugadores se sientan parte de la acción. El ritmo, por su parte, es implacable ya que cada nivel se convierte en una coreografía de muerte, con enemigos que exigen precisión, reflejos y creatividad constante.

En lo técnico, el juego corre a 60fps estables en Xbox Series X que es donde lo jugamos y lo mismo se confirma para PC y PS5, mientras que las texturas ultra detalladas, la iluminación dinámica y los efectos de partículas convierten cada combate en azúcar para los ojos. El diseño de niveles, en tanto, apuesta por una mezcla de verticalidad, exploración y enfrentamientos en espacios cerrados, donde los jefes funcionan como verdaderas pruebas de habilidad, con una IA enemiga agresiva y el sistema de combos permite improvisación sin sacrificar profundidad, lo que mantiene el desafío fresco en cada partida.

La gran novedad es el “Modo Instinto”, una mecánica que ralentiza el tiempo y permite ejecutar contraataques cinematográficos, lo que añade una capa táctica sin romper el ritmo. A esto se suman nuevas armas, como la Kusarigama de plasma y el arco de energía, que amplían las posibilidades de combate sin desequilibrar la experiencia. El juego también incluye selector de dificultad dinámico, modo entrenamiento y desafíos semanales, lo que extiende su rejugabilidad más allá de la campaña principal.

Así las cosas, este Ninja Gaiden 4 es una carta de amor al sufrimiento técnico para aquellos fanáticos antiguos, mientra que para los nuevos es una puerta de entrada menos intimidante pero igual de intensa. Y para la industria, es la prueba de que este tipo de títulos no están muertos, sino que solo necesitaban un ninja con sed de venganza y un estudio que no le tema a la sangre.

El título está disponible en Game Pass desde el mismo día de su estreno y sin costo extra para sus suscriptores, y también puede jugarse en PlayStation 5 y PC.