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[Reseña] Jurassic World Dominio: Excesiva nostalgia para recordar que no se supera al clásico

Aunque la historia finalmente recupera a los queridos personajes de la película original, con roles importantes y no cameos, esta última entrega de la franquicia de dinosaurios nunca logra justificar la existencia de la nueva trilogía.

Desde que "Jurassic World" devorara todo en 2015 con su apuesta de secuela-reinicio de la saga, la franquicia de los dinosaurios simplemente no ha podido dejar de mirar hacia el pasado. Y no estamos hablando de la era mesozoica.

Esa primera entrega y su secuela "Fallen Kingdom" de 2018 abrazaron la posición de que jamás habrá forma de superar a la película original de Steven Spielberg y, en vez de presentar algo diferente, sienten que lo mejor es replicar, no tomar riesgos y mantenerse en terrenos conocidos.

La tercera parte, "Jurassic World: Dominio" (Jurassic World: Dominion), sigue la misma tendencia, pero, en esta oportunidad, se llega a niveles excesivos de nostalgia solamente para recordarnos que el clásico que es "Jurassic Park" no puede ser superado.

Esta última película nunca logra justificar la existencia de la nueva trilogía y ratifica que "Jurassic Park" jamás debió transformarse en una franquicia que continuara su historia, por mucho que siempre sea bienvenido el ver a los dinosaurios en la gran pantalla.

Aunque el regreso del elenco protagónico de la película original entregue algo de fuerza a la propuesta, finalmente su dependencia del pasado lleva a intentar replicar todo lo que ya fue visto, sin forma de que funcione nuevamente. Es que, simplemente, no se puede volver a capturar al rayo en la misma botella.

En "Dominio", el escenario es absolutamente distinto al de las pasadas entregas. Los dinosaurios viven entre nosotros y la humanidad tiene las de perder en esta nueva cadena alimenticia, a cuatro años de los eventos de "Fallen Kingdom". Mientras algunas personas como "Owen Grady" (Chris Pratt) y "Claire Dearing" (Bryce Dallas Howard) luchan por intentar mantener el equilibrio, otros sufren las consecuencias. Los ataques son constantes, hay muertos y un nuevo mercado negro entra en acción, con la aparición de cazadores y contrabandistas de dinosaurios. Es que siempre habrá alguien que buscará aprovecharse del caos.

Pero también se presenta un caos ecológico que, de alguna manera, tiene relación con la liberación de los dinosaurios en el mundo, dándose inicio a un viaje que reunirá a los clásicos personajes con la nueva generación.

En su regreso a la franquicia, el director Colin Trevorrow (Jurassic World) trae de vuelta al paleontólogo "Alan Grant", la paleobotánica "Ellie Sattler" y el matemático y teórico del caos "Ian Malcolm", siendo interpretados nuevamente por Sam Neill, Laura Dern y Jeff Goldblum, dándoles el respectivo tiempo en escena para que el público aplauda en sus primeras apariciones. Los tres tienen roles importantes, no cameos, pero su inclusión no es suficiente para elevar un material que parte por el aspecto menos interesante del mundo que nos presenta.

Cuando se tiene un atractivo escenario en el que la humanidad se ve obligada a convivir con los dinosaurios, que se expanden por todos los territorios, la historia prefiere optar por un relato de conglomerados malignos y una conspiración ecológica que nunca se explica bien cuál es su verdadera finalidad. Mientras que el regreso del personaje de "Dodgson", quien tuvo un pequeño pero clave rol en la película original y ahora es interpretado por Campbell Scott, no es lo suficientemente atractivo y termina cayendo en el cliché del empresario tecnológico lleno de tocs que ya se ha visto demasiado en el último tiempo.

Por mucho que trate, y lo intenta, Trevorrow no es Spielberg. Sus secuencias de acción carecen de emoción y, lamentablemente, la promoción reveló prácticamente todas aquellas escenas, que funcionan mejor en los adelantos que dentro de la historia. No hay ningún momento memorable que quede en la retina al prenderse la luz de la sala. Incluso "The Lost World", la peor película de Spielberg, tiene la fantástica secuencia del pastizal.

La historia, escrita por el propio Trevorrow junto a Emily Carmichael (Pacific Rim: Uprising), está llena de lugares comunes y eventos que se dan sin ninguna lógica, solo en beneficio del avance la historia. De ahí que un personaje aparezca justo en el momento adecuado o que un vehículo, en medio de la nada, caiga exactamente en el lugar al que debía llegar. Además, la revelación del primer personaje abiertamente gay de la saga se da en un chiste. Un buen chiste, pero no más que eso.

La trama también opta por dividir el relato en dos líneas argumentales, una centrada en el elenco de la nueva trilogía y la otra en los clásicos personajes, pero una resulta mucho más interesante que la otra, principalmente por quienes están en el foco. Y cuando se encuentran, la dinámica funciona bastante bien, pero el tiempo compartido es demasiado corto como para sacar mejores conclusiones. Sí hay que destacar los metacomentarios en los que se burlan de las más recientes entregas de la franquicia.

Pero es el factor nostálgico el aspecto más negativo de "Dominio", al caer en un exceso de guiños que sólo nos lleva a recordar, y reforzar, que el clásico de Spielberg jamás será superado. Esto llega a tal punto de la recreación completa de escenas de la película de 1993, de diálogos, acciones y hasta la ambientación, incluyendo la aparición de elementos que carecen de lógica más allá de buscar una referencia.

Y si bien nunca queda claro cómo es que se multiplicaron las especies de dinosaurios sueltas en el mundo, considerando que algunas nunca estuvieron entre las liberadas al final de "Fallen Kingdom", la película consigue su aspecto más valorable al tener claro que quiere cerrar su historia.

Aunque inevitablemente haya más películas de esta franquicia, la trilogía de "Jurassic World" finalmente concluye en buenos términos para dar espacio a nuevas historias.

El mundo que deja tiene mucho potencial a ser explorado, pero eso tendrá que ser con otros personajes. Y, ojalá, viendo hacia el futuro, sin depender del pasado. La nostalgia tiene su límite.

La franquicia está de regreso con "Jurassic World: Dominion", que se estrenó este jueves 2 de junio en los cines de Chile.