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[Reseña] Lecciones de Química: El ejemplo de heroína al que aspirar

Brie Larson protagoniza la adaptación de la novela de Bonnie Garmus para Apple TV+.

Siempre digo que el libro es mucho mejor que la película o la serie. Sin embargo, en esta oportunidad debo comerme esas palabras para poder presentarles esta gran adaptación que la plataforma Apple TV+ estrenó del exitoso libro Lecciones de Química (Lessons in Chemistry) de la estadounidense Bonnie Garmus, una producción que aborda la historia de Elizabeth Zott (Brie Larson), una experta en abiogénesis que termina convertida en una célebre presentadora de televisión por azares del destino.

El libro fue lanzado en abril del 2022 y catapultó a la escritora al estrellato, siendo un éxito que le sorprendió al haber comenzado a escribir la ficción en 2013, mientras era directora creativa de una agencia de publicidad. La novela la devoré en dos días. Es que, sí, cuando un libro está tan bien escrito, me suele pasar.

La serie adapta la obra de Garmus de manera sublime, tomando giros mejor apropiados para una serie de televisión, siendo también una invitación al espectador a leer la novela y complementar cosas.

Larson da una tremenda interpretación en este protagónico. La vemos entender perfectamente la personalidad de Elizabeth, una mujer independiente, inteligente y que no seguía los estándares de su época. Estamos hablando de la época entre 1930 y 1958.

Es el ejemplo de heroína al que aspirar. Una química muy adelantada a su época, una mujer que quiere estudiar, que no tiene el matrimonio como prioridad y que busca hacerse un nombre sola, no por un marido famoso.

Esto ayuda a comprender mejor lo que realmente cargamos las mujeres profesionales en distintos ámbitos laborales, el sexismo y la falta de oportunidades por solo ser mujer, los peligros como el acoso y abuso de todo tipo.

Elizabeth Zott debe abandonar sus estudios de posgrado debido al intento de violación de su profesor guía en la universidad. Por ello, es degradada a trabajar como asistente en un laboratorio en el que los científicos la someten permanentemente a malos tratos, o a recalcarle que solo está ahí para servirles café.

La excepción es Calvin Evans (Lewis Pullman), con quien empieza a conocerse y a iniciar una relación amorosa.

La vida de Calvin tampoco es un camino de rosas y estos dos solitarios logran conseguir que te conectes con ellos, encontrando sentido a este amor simple, sencillo y a su manera.

Tras un salto temporal, la historia se interna en la compleja situación de Elizabeth, quien ahora debe encargarse en solitario de la crianza de su hija, Mad. Alejada de la ciencia, un día recibe una oferta del padre de una compañera de su hija, un ejecutivo de televisión.

Él queda encantado con la personalidad de Elizabeth y ella, para poder pagar las cuentas, logra ser convencida para que se desempeñe como presentadora de un programa de cocina... en el cual habrá más que recetas.

El casting es acertadísimo, pero, como toda adaptación, no terminan de encajar del todo con respecto a la obra original y algunos cambios de personajes no me terminaron de convencer.

Además, al adaptar la novela de 464 páginas en tan pocos capítulos -ocho en total-, hay ocasiones en que el foco de los protagonistas desvaría un poco y se quiere abarcar varios tópicos que desvían la atención de lo principal: las mujeres que luchan solas por salir adelante, ser profesionales y madres, y no depender de nadie.

Otro aspecto que faltó desarrollar de mejor forma es cómo Elizabeth es capaz de influir en otras mujeres a seguir su sueño y no de estar solo en la casa atendiendo a sus maridos e hijos. Punto a favor, eso sí, por presentar la importante secuencia de la visita a una ama de casa.

Con todo ello, Lecciones de Química vale absolutamente la pena gracias a un elenco entrañable, diálogos ingeniosos y temas fácilmente digeribles.

Realmente no hay necesidad, a mi parecer, de una segunda temporada. La serie es bastante definitoria al dar cierre a varios personajes y tramas que nos presentan, y solo quedaría el regreso de Elizabeth al mundo de la "ciencia legítima". Pero tampoco es que nos dejaron sin nada.

Lo mejor de esta adaptación es el cuidado al mil por ciento que pusieron en la vestimenta, la fotografía, la ambientación de la época, los procesos de cocina y cómo Elizabeth preparaba cada plato. Nota perfecta para todo ese trabajo de producción.

Amé la célebre frase que les decía a los niños de cada hogar por la televisión: "Niños, vayan a poner la mesa. Su madre necesita un breve descanso". Para reivindicar que las amas de casa tenían todo el trabajo pesado y que los niños dieran cuenta de ese sacrificio.

Si quieren una serie de pocos capítulos, bien desarrollada, no se arrepentirán con Lecciones de Química. Apple TV+ hace buenas inversiones en series que merecen mayor atención y que son impactantes desde el inicio.

Esta plataforma de streaming te puede dar series que realmente no esperas, pero, cuando les das una oportunidad, no quieres despegarte. Quién sabe, quizás con Lecciones de Química te den ganas de leer el libro, el que, por cierto, está agotado en muchas librerías.

Todos los episodios de Lecciones de Química están disponibles en el streaming Apple TV+.