[Reseña] "The Last of Us" - Final de temporada: Un viaje que no fue en vano
El último episodio de la primera temporada cierra una excepcional adaptación, respetando el material original y dando su propia mirada a esta travesía cargada a la tragedia.
Todo viaje debe concluir. Al final, lo importante es entender que no fue en vano. Desde la mirada del espectador, la conclusión de "The Last Of Us", la sólida adaptación del videojuego de Naughty Dog, deja la sensación de que todo valió la pena.
El noveno episodio de la serie de HBO, encabezada por los creadores y productores ejecutivos Craig Mazin y Neil Druckmann, pone término a una travesía cargada a la tragedia, cuya conclusión es la única a la que se podía llegar considerando todo lo que se vivió en este camino. No había otra forma de terminar.
Con una segunda temporada ya confirmada, los espectadores -y especialmente quienes jugaron ambos juegos de la franquicia- tendrán claro hacia dónde avanzará la historia.
Pese a que el recorrido no se distancia de su fuente original, el acompañar a "Joel" y "Ellie" en esta ocasión se sintió diferente. Los guiños al juego son incontables y muchas secuencias son calcadas a lo que ya vivimos en las consolas, pero todo fue distinto porque se entendió que es otro medio.
Acá, lo clave no es el evitar a los "chasqueadores" o dar rienda suelta a la violencia. Acá lo que importa es encontrar la humanidad cuando todo está en contra. El escenario es desolador, la tragedia es constante y formar una sonrisa en el rostro es prácticamente un atrevimiento.
Cuando volvemos a encontrar algo que nos da luz en la oscuridad, en un mundo completamente gris donde la alegría es un lujo, ¿acaso querremos soltarlo?
Luego del intenso episodio anterior, donde Bella Ramsay sacó fuerza de todo su ser para mostrar a "Ellie" en su estado más fiero y vulnerable, con Pedro Pascal entregando un "it's ok, baby girl" que emociona por lo que realmente significan esas palabras, la serie opta por un desenlace donde lo importante está en sus personajes.
Aquello va de la mano con lo que ha sido la serie hasta ahora. Sus personajes, las relaciones, cada encuentro. Todo lleva a lo que sucede en este episodio final, para bien y para mal. Porque cuando dos personas rotas se hallan, descubriendo que están frente a alguien no sabían cuánto lo necesitaban, no hay otro camino a seguir.
Se siente el cambio de tono con respecto a la intensidad que marcó a los episodios anteriores, siendo un episodio más corto -de hecho, es el de menor extensión de la serie- enfocado en el cierre de arcos, donde hay más en lo que no se dice.
La relación "padre-hija" entre "Joel" y "Ellie" es el centro de todo. Pascal y Ramsey son el corazón de esta excepcional adaptación, por lo que el camino a seguir será uno que querremos ver una vez que empiecen los créditos finales. Con lo bueno, y lo malo, que ello conllevará.
"The Last of Us" potencia todo lo bueno que tenía el juego original con una serie que refuerza la importancia de sus personajes y sus relaciones. La historia no sería nada sin ellos, con decisiones tomadas más con el corazón que la lógica, sin ser necesariamente las correctas. Somos humanos, después de todo.
La vara ha quedado alta para las adaptaciones de videojuegos, demostrando que sí se podía concretar algo que no fuera una mera réplica de lo ya visto. Otro medio, otro lenguaje. Una misma historia, pero que se siente diferente e impacta de una manera muy distinta, elevando el material a un puesto de renombre.
Los últimos de los nuestros. Un título que queda de manifiesto en este viaje que no fue en vano.
El último episodio de la primera temporada de "The Last of Us" se estrena este domingo a las 22:00 horas en HBO y el streaming HBO Max.