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[Análisis] Galaxy Z Fold2: Una buena segunda versión

Probamos por algunos días el teléfono plegable de Samsung y esto nos pareció.

El campo de los teléfonos “gama alta premium” lo inauguró, al menos en Chile, el Galaxy Fold de Samsung que cuenta como principal característica el poder cerrarse como un libro y que no estuvo exento de problemas en su pantalla flexible. Aquella versión llegó al país (ya con los problemas superados) y nosotros pudimos darle un vistazo.

Y este 2020 la surcoreana apostó por el segundo capítulo para el Fold, que llegó con notables diferencias en relación a la versión del año pasado, partiendo por un sistema de bisagra mejorado, lo que de entrada entrega una sensación más robusta en cuanto a su durabilidad. Es un teléfono muy delicado, es cierto, pero esta vez se nota un poco menos.

Otra cosa muy llamativa y que le hace muy bien al equipo es el cambio en el notch que alojaba la cámara delantera, pues ahora fue prácticamente anulado para utilizar solo un pequeño agujero. Esto hace que estirada la pantalla se vea más limpia, obteniendo una mejor visual y se le saca mayor provecho. Es positivo también que se marque menos “el lomo” que era bien notorio en el primer modelo, pero de ninguna manera piensen que será una pantalla completamente plana, de hecho, olvídenlo. Estirada llega a las 7,6 pulgadas y con tasa de refresco de 120 Hz.

En cuanto a la pantalla delantera, por llamarla así, no hay mucho que decir puesto que cumple con su función y perfectamente en sus 6,2 pulgadas de tamaño se puede usar este smartphone cerrado, pero obviamente pierde toda su gracia. Igualmente sirve para que al momento de tomar fotografías, la persona pueda ver cómo saldrá finalmente dicha imagen. De ningún modo es un diferenciador que uno utilice como argumento para decidir comprarlo, pero está y sirve.

Uno de los principales “problemas” que tienen este tipo de teléfonos es su excesivo precio. Hablamos que todos superan largamente el millón de pesos (dejando de lado las ofertas con tarjetas, claro) e incluso se acercan a los dos millones, por lo que cualquier “recorte” en especificaciones se termina agradeciendo para que en algo baje su precio. Explico esto para referirme a sus cámaras, que por cierto no son las mejores, aunque por supuesto que se entiende que no es su fuerte.

Este Z Fold2 presenta cinco cámaras distribuidas en tres traseras alojadas en un módulo rectangular (que es la aburrida tendencia del momento en los smartphones de todas las marcas) todas con resolución de 12MP y que entregan la principal más un ultra gran angular y un teleobjetivo. La cuarta es la que está alojada en la pantalla que es de 10MP y la quinta es la que está en la parte delantera del equipo cuando está cerrado y que también entrega imágenes de 10MP. Todas estrujan el software para tener resultados más que aceptables pero a la vez alejados de los que entrega un dispositivo de gama alta. Tiene sus chiches, es cierto, como el que al grabar un video la cámara te siga para buscar la mejor toma, pero no está a la altura de, por ejemplo, lo que entrega el Galaxy S20 Ultra.

Pero obviamente se sabe que lo multimedia no es el foco del teléfono y en este apartado se podía “echar mano” para bajar el precio del equipo hasta los 2 millones de pesos, en circunstancias que la primera versión costaba cuatrocientos mil pesos extra.

En donde si se mueve a la perfección y justifica para lo que está pensado, es en el trabajo. Aquí despunta su multitasking que permite trabajar en hasta tres aplicaciones distintas al mismo tiempo y por supuesto ordenándolas todas en la pantalla. Aquí se lucen y justifican esas más de siete pulgadas estiradas porque, por ejemplo, puedes poner una aplicación en la mitad inferior y la superior dividirla en dos para así tener activas las tres.

Con esto, el equipo no sufre absolutamente nada de lentitud, no baja el rendimiento, no anda a los empujones. Todo fluye como si tuviéramos solo estuviéramos trabajando con una aplicación. No por nada el equipo cuenta con 12GB RAM y el potente Snapdragon 865+, a lo que se suman 512GB de almacenamiento interno, todo esto para no quedar cortos ni fuera de juego en ningún momento, algo que sería verdaderamente imperdonable para un equipo de este precio.

En cuanto a batería puede sonar poco si decimos 4.500 mAh, pero lo cierto es que está bien ajustada con su sistema operativo y si le sumamos la bendita IA, tenemos más que suficiente para llegar a la noche. Es más, con el aumento de uso de su pantalla cover, muchas veces se evita estirar la pantalla, lo que lógicamente se traduce en un menor gasto energético, impactando en la autonomía. Así, entregó casi día y medio, lo que es muy bueno para lo que ofrece. Además, tiene carga rápida, inalámbrica e inversa. Por ese lado está bien cubierto.

Es difícil encontrarle un punto bajo, malo o flojo a este Galaxy Z Fold2 primero porque aún es una tecnología muy nueva y segundo porque no hay competidores que le estén haciendo el peso, lo que impide compararlo. Y esta vez tampoco podemos hablar de su precio como un pero o un problema, puesto que existe para quien lo necesite y pueda compralo y en eso uno no es quien para opinar o criticar.