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Extreme Rules dejó una noche sin sorpresas

El evento sigue sin ser extremo.

Como ya estamos mal acostumbrados, el Extreme Rules de este 2021 también careció de precisamente eso, reglas extremas, y más bien nos tuvimos que conformar con un show para marcar el paso, el que no entregó grandes novedades aunque igualmente hubo un par de luchas que lograron momentos de emoción.

Luego de las luchas de relleno entre Liv Morgan vs. Carmella (kickoff) y The New Day vs. Bobby Lashley, Omos y AJ Styles comenzaron los platos fuertes de la noche con la lucha por el Campeonato en Parejas de RAW que tuvo a los Usos reteniendo sus títulos ante Street Profits gracias a un Double Uso Splash.

El siguiente turno fue para Charlotte Flair que puso en juego su título de campeona femenina de RAW ante Alexa Bliss quienes lograron momentos de emoción en su lucha gracias los nuevos movimientos que presentó la Reina y a la agilidad de Bliss que se mostró como en su mejor momento en la compañía (de eso un par de años ya). Y pese a que en un momento se pensó en el triunfo de Alexa, la verdad es que Charlotte terminó reteniendo el título merced a un Natural Selection.

Otro buen combate fue el que protagonizaron Damian Priest, Sheamus y Jeff Hardy por el Campeonato de Estados Unidos, el que mostró un buen ritmo, con un balanceado manejo de la estelaridad pero que de igual manera terminó con retención para Priest. Lo más destacado ocurrió al final, cuando el campeón agradeció a Hardy por la lucha, quien por su parte le rindió tributo con su clásico gesto de tirar una flecha.

El penúltimo duelo de la noche nos mostró a Bianca Belair retando a Becky Lynch por el Campeonato Femenino de Smackdown, la que buscaba vengarse por el ridículo que The Man le hizo pasar en el último Summerslam cuando le quitó el cinturón en menos de medio minuto. Lamentablemente sus esfuerzos no tuvieron el resultado esperado pero no porque Lynch fuera superior, sino que por Sasha Banks quien entró al ring a atacar a ambas y se dio por terminado el combate, causando la retención de Becky.

Y la guinda de la torta estaba a cargo, nuevamente, de Roman Reigns, quien se enfrentó a Finn Bálor en su papel de El Demonio y con la estipulación de reglas extremas que además de ser muy pocas (un par de palos de kendo además de mesas y sillas), no sirvieron de nada para cambiar el desenlace: Cuando Reigns iba a perder aparecieron los Usos para golpear a Bálor y salvarlo.

Y pese a que el retador logró deshacerse del par de Usos, una situación poco esperada le impidió de hacer su movimiento final: Se cortó la tercera cuerda cuando el retador se disponía a realizar su movimiento final, lo que fue aprovechado por el campeón para retener el título con una lanza.