
[Reseña] Bailarina: Una digna expansión del mundo de John Wick
Un pausado inicio es recompensado con secuencias sumamente creativas y la acción desenfrenada propia de la saga.
Nadie imaginó que lo que comenzó con una película sobre una brutal venganza por la muerte de un perrito, que era mucho más que un cachorro, se terminaría transformando en una de las franquicias de acción más importantes del último tiempo.
El mundo de John Wick, el legendario asesino de pocas palabras e implacable destreza interpretado por Keanu Reeves, nos entregó un fascinante mundo de asesinos que se esconde entre las sombras, con organizaciones, reglas y tradiciones con gran potencial. Pese al éxito de su historia principal centrada en aquel al que conocen como Baba Yaga, la saga no la ha tenido fácil en su expansión más allá de su personaje principal, tanto así que ya se tiene contemplado seguir con su historia, tanto pasada como futura.
Es ahí donde entra Ana de Armas. Nominada al Oscar, la actriz cubana hace honor a su apellido al sumarse a la saga con un personaje original en un relato de venganza que termina alzándose como una digna expansión de este mundo de los asesinos.
De Armas ya había demostrado su talento para la acción en su breve pero llamativa participación en Sin Tiempo para Morir, algo que lleva al siguiente nivel en Bailarina: Del Mundo de John Wick (Ballerina: From the World of John Wick) con secuencias de acción desenfrenadas y combates de primer nivel que le exigieron enorme disciplina física y mental, dando un potente resultado que está a la altura de la saga.
Con una historia que transcurre principalmente entre los eventos de John Wick 3: Parabellum y John Wick 4, se nos presenta a Eve Macarro (Ana de Armas), una joven bailarina de ballet entrenada en las tradiciones de la organización criminal Ruska Roma, la misma a la que pertenecía Baba Yaga. Los años pasan y se convierte en una letal asesina de los Ruska Roma, pero un evento no tarda en devolverla a un camino de venganza que comenzó hace mucho tiempo y que la llevará a descubrir sus propios orígenes.
En simple, Bailarina no se aleja de la base que tuvo John Wick en su primer capítulo, con la venganza como motor que lleva a desatar una sanguinaria masacre magníficamente coreografiada. La diferencia está en un elemento clave: De Armas.
La actriz tiene enorme presencia escénica y un talento actoral que solo va in crescendo, por lo que la película entiende tempranamente que debe dejar todo el peso dramático en sus hombros. Aunque tiene más diálogos que su antecesor, dice más con la mirada que con sus diálogos y pone enorme empeño en la acción para demostrar que ella no es una versión femenina de John Wick.
De hecho, mientras más se aleja del personaje que inició esta saga, mejor funciona Bailarina.
Es que la Eve de De Armas es un personaje al que vemos crecer. No es una formidable asesina retirada, sino una joven en entrenamiento en este mundo oculto, siendo testigos de su evolución y sus primeros encargos. Marcada por el dolor de la tragedia pasada, resulta ser fiera e implacable en sus misiones en un camino que tomó con la falsa sensación de elección. Es una kikimora, vengativa con quienes tienen oscuridad en su corazón y protectora con los inocentes. A diferencia de John, ella aún puede decidir qué clase de espíritu ser.
Respecto a la acción, Eve es más física y hábil con un estilo de combate que la distingue de su contraparte masculina. Porque "pelear como niña" no es un insulto, es un poder único, una ventaja ante aquellos que se ven más fuertes y enormes. Lo que te diferencia es justamente tu mayor virtud.
Las secuencias de acción, un elemento fundamental de la saga, no decepcionan en lo más mínimo con su precisa e intensa coreografía y desenfrenada violencia, especialmente cuando la historia traslada los sucesos a un pueblo nevado y montañoso donde todos sus habitantes son una amenaza.
Demencial es decir poco, especialmente cuando vemos un tremendo duelo de lanzallamas que debe estar entre lo más creativo y enérgico de toda la franquicia.
El problema es que la película se toma demasiado tiempo para llegar a esos momentos, entendiendo también que el cineasta Len Wiseman (Underworld) no es Chad Stahelski, el director, productor y coreógrafo de escenas de acción de toda la franquicia, por lo que no hay una película tan bien construida como las antecesoras. Cuando logra agarrar ritmo, no se detiene y recompensa al espectador con la acción desenfrenada tan característica de la saga, pero tarda mucho en pisar el acelerador.
Aunque el relato suma interés con la exploración de elementos como las sectas y su relación de tensa calma con las organizaciones criminales, ningún personaje resulta más atractivo que Eve. Algunos dan luces de importancia para luego ser sacados rápidamente del camino, mientras que otros están por cumplir con la continuidad de la saga más allá de ser realmente relevantes para el relato.
Con todo eso, Bailarina logra ser una digna expansión del universo de John Wick gracias a su enorme protagonista y vibrantes secuencias de acción absolutamente desenfrenadas. Sin la solidez de sus entregas previas, es prueba suficiente de que la saga puede funcionar sin su personaje titular, especialmente cuando se tiene a una actriz como De Armas que sostiene todo con enorme talento para la acción y el drama.
Bailarina: Del Universo de John Wick se estrenó este jueves 5 de junio en cines.