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Análisis DJI Mavic Mini: Potencia en la palma de la mano

¿Lo bueno viene en frasco chico?

Cuando nos decidimos a probar el nuevo DJI Mavic Mini lo hicimos con cierta reticencia por cómo nos presentaban el producto. Pensar que un dron de menos de 250 gramos y que cabe en el bolsillo del pantalón pudiera rendir como uno común y corriente era mucha maravilla.

Y la verdad es que nos sorprendió desde el primer momento. Primero porque es realmente pequeño (incluso más pequeño que un Galaxy S10+) y segundo porque en un pequeño bolso viene con todo lo necesario para hacer su trabajo: Tres baterías y el control remoto, al que se le debe adosar un smartphone para hacerlo funcionar.

Su bolso resulta clave ya que es un case lo suficientemente duro como para protegerlo de golpes y a la vez es lo necesariamente pequeño como para transportarlo sin ninguna dificultad dentro de una mochila. Si su característica principal es el reducido tamaño, su transporte debiese ser igual de funcional y lo es.

Ahora vamos al trabajo mismo. Es un equipo muy fácil de usar, olvídate de clases de vuelo o de leer extensos libros de instrucciones. Se “arma” de una manera muy rápida, sin opción a equivocaciones, y la conexión entre el control y el dron es intuitiva y simple.

En cosa de minutos ya estaba despegando y comenzando a lanzar sus primeras imágenes que alcanzan los 12MP o los videos en 2K a 30FPS o también en 1080p a 60FPS. Si crees que producto del viento la imagen del video se estropea, pues no; el estabilizador motorizado en tres ejes hace todo ese trabajo y el resultado es increíble.

Tiene además tres modos de uso, el P para principiantes o para quienes requieren resultados específicos de manera fácil; el S que se enfoca en los deportes y permite obtener imágenes más avanzadas con trucos y giros incluidos; y finalmente el modo C que es el que entrega el resultado más profesional exprimiendo a tope el estabilizador.

Según nuestra opinión, si tomas un dron por primera vez recomendamos el modo P porque los otros dos requieren algo más de confianza y horas de vuelo con el equipo. Es imposible no pensar que se puede caer o perder por una mala maniobra y para qué vamos a sufrir gratis.