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[Análisis] Galaxy S22 Ultra: Samsung se duerme en los laureles

Probamos el smartphone más potente de la compañía surcoreana y esto nos pareció.

Cuando las filtraciones mostraron por primera vez que el modelo del S22 Ultra era prácticamente idéntico al congelado Galaxy Note, los fieles seguidores de esa serie saltaron en un pie al ver que Samsung al parecer había dado un paso atrás en su decisión de guardar en el baúl de los recuerdos el teléfono que nos trajo un lápiz óptico consigo.

Finalmente llegó el momento de la presentación y para alegría de muchos el Galaxy S22 Ultra tomó lo mejor de su primo Note y lo juntó con la esencia de la serie S, logrando así un equipo sólido, destinado al éxito yel que arrasaría con todo a su paso, porque ¿quién no querría un Galaxy S con S Pen?.

Sin embargo, lo anterior termina siendo opacado por una actitud algo errática de Samsung que no tiene que ver con el teléfono en sí, sino más bien con ese extra que debe sumar para convencer a los usuarios de cambiarse a sus filas, ya sea de otra marca Android o bien (aunque muchísimo más difícil) cruzar la vereda desde iOS.

Convengamos que estamos ante el smartphone Android más potente del minuto, sin discusión alguna, con una pantalla de 6.8 que se luce a toda hora y en todo momento gracias a su tasa de refresco adaptativa de 1 a 120Hz y al brillo máximo de 1.750 nits que permite utilizar el equipo de cara al sol sin inconveniente alguno.

Además, es potentísimo con un procesador Qualcomm Snapdragon 8 Gen 1 y sus 8GB RAM, por lo que ciertamente no hemos sufrido con una multitarea abundante ni mucho menos con el videojuego más exigente. Todo fluye, todo corre. Y qué mejor que por primera vez en años que la marca decide que nuestro país disfrute del procesador de Qualcomm en vez del Exynos propio.

No tiene la mejor cámara del mercado porque Huawei y su P50 Pro de, ojo, junio pasado, se lo lleva por delante y las del iPhone 13 Pro Max si bien son menos potentes, entregan resultados al menos iguales o superiores. Sí hay que decir que la grabación de video del S22 Ultra es simplemente maravillosa y grabar un video caminando es como ir con un soporte tipo Osmo de DJI y hasta ahora ningún otro fabricante de teléfonos puede superarlo.

Pero todo esto tiene un problema y bien grande. Si le sacamos el título a la nota bien podríamos estarnos refiriendo al modelo del año pasado o incluso al Galaxy S20 Ultra, porque todos ellos han sido el smartphone Android más potente en su respectivo momento y comparten, además, que no tuvieron competencia alguna en su segmento.

Antes de que Estados Unidos comenzara a asfixiar a Huawei con Google, la serie S tenía una competencia en Android y eso inevitablemente le hacía subir el listón para el siguiente modelo. La novedad era mayor, el ajuste de potencia superior y el diseño era sí o sí algo que marcaba tendencia. Pero cuando la compañía china sale del juego, Samsung se quedó compitiendo sola y ahí se durmió.

El gran rival que la compañía coreana tiene en la actualidad es Apple y por más que intenten negar esa situación, la industria sabe que lo que busca Samsung es recuperar el terreno frente a la manzana. Porque la apuesta de los surcoreanos es lograr dar el golpe en la gama alta, algo que no sucede hace tiempo y este tipo de flagship puede que sea el que los usuarios de Apple requieren para dejar de lado el iPhone, pero a la hora de sumar el extra es donde la apuesta de Samsung cojea.

Y tampoco creo que el S Pen sea el factor para que alguien incline su balanza en favor de Samsung y en contra de Apple. Aunque hay que reconocer que en este modelo la adición de este lápiz es solo ganancia y que le entrega una serie de prestaciones que sí lo hacen tomar distancia de otras apuestas y de paso le trae felicidad a los viudos del Note, pero esto no alcanza para que los dueños del concepto Galaxy ganen en esta categoría, como lo hacen sin contrapeso en la gama media y baja.

El S22 Ultra está ahí parado, pero no puede solo y eso es lo que ahora falla en Samsung: el no un tener ese extra que a los usuarios les complete la experiencia, que cierren el círculo, ese concepto que sabemos vende Apple y que logra que sus usuarios una vez se suben a ese barco no quieren volver a bajarse.

Samsung no ofrece su streaming musical, tampoco tiene un streaming de videos, series y películas ni mucho menos un Apple Arcade que por más que aquí no se valore termina siendo un lujo. Y quizás esa no sea la estrategia de la compañía coreana, pero seguro es lo que falta para ofrecer esa experiencia completa y dar el salto necesario para quedarse con el primer lugar en la gama alta.

En esta gama hay que hacer algo más que buenos teléfonos para imponerse y ahí es donde debe hincar el diente Samsung, pues de no hacerlo sus Galaxy S seguirán pasando año a año sin pena ni gloria y por más buenos que sean.