Review del QRD Ferrox M5: alternativa económica al mando pro con botones traseros y turbo
Lo probamos y así nos fue.
Desde hace varias semanas que hemos estado utilizando el QRD FERROX M5, un mando que si bien es compatible con Nintendo Switch, PC y PlayStation, está optimizado para Xbox Series y es en esa consola donde lo hemos probado sin parar para poder entregarles nuestra opinión.
El diseño del QRD FERROX M5 mantiene una silueta familiar para cualquiera que venga del ecosistema Xbox, con un tamaño de 165 x 115 x 60 mm y 239 gramos de peso que lo dejan en la liga de los mandos cómodos, con buen agarre y gatillos bien marcados. La calidad de construcción es correcta para su rango de precio, aunque el acabado brillante tiende a atrapar huellas y se puede rayar con facilidad.
En especificaciones puras, el QRD FERROX M5 marca diferencias con sticks y gatillos Hall Effect, lo que en la práctica significa ausencia de drift y una respuesta más lineal tanto en apuntado como en aceleración, sumado a topes de gatillo que permiten acortar el recorrido para disparos más rápidos en FPS. A esto se suman cuatro botones traseros programables y una función Turbo configurable para casi todos los botones principales, ideal para juegos de lucha o títulos donde repetir acciones es parte del día a día.


La conectividad es otro punto fuerte del QRD FERROX M5, con un dongle de 2,4 GHz dedicado que prioriza baja latencia y estabilidad, pensado sobre todo para Xbox y PC, además de modo cableado USB‑C. El mando incluye además jack de 3,5 mm para conectar audífonos y micrófono directamente, algo clave para chat de voz en consola cuando se quiere mantener la experiencia lo más simple posible.
En autonomía, el QRD FERROX M5 cuenta con una batería interna de 800 mAh que ofrece entre 6 y 8 horas de juego según el uso del RBG y la intensidad de la vibración, cifras que se quedan algo justas si se le saca partido a todas sus funciones pero que se compensan con carga USB‑C relativamente rápida. Aquí no hay cargador en la caja, pero basta con cualquier adaptador estándar o incluso con el puerto de la propia consola o PC para mantenerlo con vida entre sesiones.


La experiencia de uso se beneficia de la vibración ajustable en varios niveles y de un sistema de iluminación RGB configurable que permite personalizar colores y modos, aunque también puede impactar la autonomía si se deja siempre al máximo. El software integrado del mando permite calibrar zonas muertas y ajustar sensibilidad directamente desde combinaciones de botones, sin necesidad de apps externas, lo que facilita dejarlo a punto para distintos géneros de juego.
Donde el QRD FERROX M5 tiene algunos matices es en su dependencia del dongle propietario de 2.4 GHz, que es exclusivo del mando y se vende también como accesorio de reemplazo, por lo que perderlo puede dejarte sin la mejor forma de conexión en Xbox y PC. Y si bien la sensación general de botones y cruceta es buena, las teclas frontales son algo más blandas que en el mando oficial de Microsoft, cuestión de gustos pero a considerar si vienes de un control original.


En resumen, el QRD FERROX M5 se instala como una alternativa muy atractiva para quienes buscan un mando multiplataforma con sticks Hall Effect, botones traseros, turbo y baja latencia para Xbox, Switch y PC, todo sin disparar el presupuesto. No es perfecto por su batería justa y la dependencia del dongle, pero en precio‑prestaciones se convierte en un candidato fuerte para acompañar la consola principal, el PC gamer o incluso el celular.
Ojo que no se vende de manera oficial en Chile, pero puede comprarse directamente en la página del fabricante que ofrece despacho gratuito a nuestro país. El precio del mando es de poco más de cincuenta y cinco mil pesos chilenos (60 dólares).
