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Escasez de chips podría afectar aún más el stock de las nuevas consolas

Junten paciencia para comprar una PlayStation 5 o una Xbox Series.

El 2020 fue un año atípico y vaya que lo sufrimos y lo sabemos de sobra. La pandemia se ha encargado de poner “patas arriba” todo lo imaginable y más y el que se supone sería un año espectacular para los fanáticos de las consolas, terminó siendo un verdadero fiasco. Y la cosa se pone aún peor, porque la situación no tiene para cuándo solucionarse.

Resulta que en noviembre se dio el vamos a la nueva generación de consolas, ese suceso que nos vuelve locos cada siete años y que esta vez prometía traer un avance sustancial en cuanto a gráficas y las ultra manoseadas “nuevas experiencias”. Así, con una semana de diferencia salieron al mercado la Xbox Series de Microsoft y la PlayStation 5 de Sony.

Gráficos espectaculares, trazado de rayos, una rapidez de carga nunca antes vista y también la esperadísima retrocompatibilidad, que sin duda funciona mil veces mejor en Xbox Series, son algunas de las mejores características con que cuentan las nuevas consolas, pero que hasta el momento han podido ser disfrutadas por muy pocos, esto gracias a la falta de stock.

Sony fue el primero en culpar al coronavirus del retraso de producción, algo que parecía lógico puesto que en el momento más álgido de la pandemia, prácticamente todo el mundo estaba paralizado. Microsoft, en tanto, no quiso responsabilizar a la pandemia y derechamente asumió la responsabilidad asegurando no haber calculado bien el éxito que tendrían sus dos nuevas consolas.

Con el stock durando literalmente un par de horas y sin posibilidad de tener más unidades para la época de navidad, ambas compañías coincidieron en que los problemas de falta de producto se irían solucionando durante los primeros meses de este 2021, más específicamente entre marzo y mayo. Aunque durante todo este tiempo igualmente van llegan algunas unidades que duran la nada misma.

Sin embargo, el panorama pensado por Microsoft y Sony podría cambiar radicalmente por un problema mucho mayor, que es el debastecimiento de componentes para fabricar los procesadores, lo que se ha visto muy complejo producto de las condiciones sanitarias que derivaron en acciones de necesario confinamiento.

La situación es que no son muchas las empresas que tienen la posibilidad de fabricar estos chips y durante este tiempo ha crecido la demanda de ellos desde otros ámbitos bastante alejados a las consolas, como lo son automóviles e incluso aviones que también requieren de este tipo de componentes para su fabricación.

Y no solo eso, Bloomberg apunta a que los fabricantes de chips estarían optando por darle prioridad a los teléfonos móviles (sobre todo de gama alta) puesto a que su venta es más masiva y a valores que prácticamente duplican el de una consola de videojuegos. De ahí en más, hay que pensar que actualmente son más los dispositivos que trabajan con chips, sobre todo los de IoT, lo que hace que la demanda siga subiendo.

Ante este panorama, las consolas serían relegadas por otros dispositivos con mayores volúmenes de venta, lo que ya levantó las alarmas en ambas compañías puesto que, según la publicación, la situación sería tan compleja que para la navidad de este año aún no contarían con el stock acostumbrado, lo que les haría perder por segunda vez consecutiva su mayor época de venta.

La falta de stock de Xbox Series y PlayStation 5 es para todo el mundo y como se podrán imaginar, nuestro país no entra siquiera por poco entre los más importantes para ambas compañías y obviamente gran parte de las unidades que si se logren fabricar durante este tiempo no irán a parar a estos lados, por lo que si ya resultó complejo acceder a una consola de nueva generación, no quedará más que juntar paciencia para poder tener una. Y para verlas en la vitrina de una tienda tal como estábamos acostumbrados, recién estamos hablando de entrado el 2022. Está difícil la cosa.